lunes, enero 16, 2006

A que no puedes comer sólo uno...


¿Por qué la gente se empeña en negar algo tan común y normal en la parte experimental del ser humano como es el comerse un moco?

Hice una pequeña investigación de campo para verificar la frecuencia de esta peculiar actividad (tan normal y común) que se manifiesta a lo largo de la vida.

Muchos niegan el hecho de haber probado uno, ¿queeeeeeeeé? ¿acaso es tan extraño? ¿nunca lo intentaron? ¿no tuvieron infancia? Yo recuerdo haber probado en todas sus variedades:

Los verdes (son los típicos chícaros que se quedan bien pegados).
Los transparentes (cuando tienes gripa, lo más divertido es cuando juguetean con la baba).
Los negros (sabor a tierra después de jugar a las carreritas y llegar al final).
Los mojados o rojos (porque sangran cuando el dedo sobrepasa sus límites).
Los salados (aún no sé si es por haber sudado o por estar almacenados tanto tiempo).
Los duros (cuidado!! duele mucho apachurrar la naríz con uno de esos dentro).
Los espantasuegras (que se quedan como bolitas colgando por las fosas y al respirar salen y entran haciendo ruidito).

En fin, miles....

Desgraciadamente para mi investigación sólo 1 persona de 10 aceptó el haber incurrido en este tipo de actividades y no se pudo llevar a un plano mucho más real. Gerry, ¿Será que siempre terminaremos siendo minoría?


*Lo único que repruebo de esta dinámica actividad es el exihibicionismo: Di no a sacarte los mocos en el coche, jugar con ellos en el camino y luego pegarlos en el volante.

Nota al pie: Ya no como mocos, pero eso no significa que los haya olvidado...

2 comentarios:

Nacho dijo...

Tu me dijiste que te gustaban los que tienen burbujitas de sangre por que parecen "Arándanos"...
:P
-me reí mucho-

Alx San dijo...

El acto de extraer un moco en el auto es edificante y por mucho, más relajante que ver las construcciones del periférico... además, nunca manejo tu coche así que siguelos pegando en el volante.