
No puedo resistir sus pecas, su cuerpo lleno de ellas, por todas partes, que me llevan de su boca su lindo cuello a recorrer sus hombros, su pecho, su espalda...podría pasar la noche contando una por una esperando a equivocarme para empezar de nuevo.
Si pudiera robaría cada una de ellas para hacerlas sólo mías, guardarlas y sólo sacarlas en las noches, cuando nadie me ve, para volverlas a contar, para recordar de nuevo ese viaje recurrente a su cuerpo, a su cuerpo, lleno de ellas.
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