cuando iba en la primaria, escuché que si te ponías mostaza en los pies durante la noche amanecías con temperatura, entonces, mi mente macabra decidió tomar del refri el frascote de mostaza, agarré un cuchillo del cajón y muchas servilletas, así que cuando llegó la noche me metí al baño y con el cuchillo me unté la mostaza en los pies, los tapé con servilletas y luego para que el asunto amarrara me puse unos calcetines (recuerdo que blancos), entonces me fui a dormir con una gran sonrisa esperando amanecer con harta temperatura para no ir a la escuela.
Y al otro día... que me levanto y lo único que tenía eran unos calcetines con motas color mostaza y unas patas apestosas y amarillas, me lleva la fregada, por qué siempre me creo todo lo que los demás dicen...
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