...mi placebo...

Como toda persona fuera de sus cabales, yo a diario necesito un incentivo para poder continuar la rutina diaria del trabajo y la ciudad que poco a poco me come, aunque me resisto a caer en su sombra hay días en los que me rindo y me dejo llevar. Pero conozco el mejor antídoto que existe ante esta situación, es un placebo, si un placebo que se encuentra por todas partes pero que sólo depende de mi y su pequeña cooperación para activar su reacción y aunque en este momento 3 de sus activos se encuentran lejos (dos en España y uno en Inglaterra) cada uno de sus componentes me inyectan vida y ganas de seguir riendo y malviajandome.

Los amos chiquitos!!!