
Que levante la mano quien pueda vivir sin una de ellas, son básicas, el alma del hogar, incluso pueden ser las que llevan felicidad, pero cuando se van de vacaciones o renuncian llega el caos y la desgracia, casa tirada, ropa sucia, desorden en la cocina, etc.. Yo tengo a Magaly, aunque sea resongona y en ocasiones deje mi ropa para llorar, no la cambiaría por nada!
¡Benditas sean las chachas!
2 comentarios:
Estoy de acuerdo contigo, son una gran ayuda. Con nosotros trabaja Doña Ángela, ya está grande y no escucha casi nada. Hace rato le dije: "Gracias por tender mi cama, Sra. Angela", y me contestó:"¿Cuáles llaves?" jaja
Pero aunque esté sorda es muy útil.
COÑO.. YO NO TENGO CHACHA... CREO Q SOY MI PROPIO AMO DE LLAVES
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