
Que levante la mano quien pueda vivir sin una de ellas, son básicas, el alma del hogar, incluso pueden ser las que llevan felicidad, pero cuando se van de vacaciones o renuncian llega el caos y la desgracia, casa tirada, ropa sucia, desorden en la cocina, etc.. Yo tengo a Magaly, aunque sea resongona y en ocasiones deje mi ropa para llorar, no la cambiaría por nada!
¡Benditas sean las chachas!